A pesar del escepticismo, la psicología del color es una realidad muy presente en la vida diaria. Basta con ir a restaurante para descubrir que nada está ahí por casualidad y que todo está orientado a crear en nosotros esa atmósfera que nos incite a volver y hacer de ese lugar, nuestro favorito.
Esperanza, tranquilidad, paz, amor, pasión, odio son sentimientos que bien podríamos expresar a través de colores y es que, cada tonalidad nos transmite una sensación.
Expertos aseguran que ser conscientes de este impacto psicológico del color en nuestra vida y dejar de asociarlo sólo con aspectos superficiales o estéticos, nos puede ayudar a encontrar una forma de conocernos, expresar nuestra verdadera personalidad y mejorar el flujo de las emociones.
“Cada tono influye en aspectos psicológicos distintos y, dependiendo también de cómo los combines entre sí, influirá en el tipo de reacción que tenemos. Esas sensaciones nos predisponen a tener unas actitudes concretas que afectan a nuestra forma de pensar”, explica Domingo Delgado, psicólogo experto en coaching de imagen y psicología del color para la revista Vogue.
Esto explica por qué escogemos ciertos colores para sentirnos mejor ante determinadas circunstancias y porque algunos matices nos evoca un sentimiento de seguridad y de confianza.
Es importante considerar, que aunque la fuerza de los colores sobre la capacidad de transmitir diferentes sensaciones, así como de influir en nuestros sentimientos y emociones es real y está comprobada, los resultados varían de acuerdo a la edad, el sexo y la cultura a la que pertenece cada persona.
Desde el punto de vista de la mercadotecnia
Si eres un emprendedor y siempre estás buscando la forma de encontrar una idea que despegue tan lejos como tu entusiasmo, es vital que antes de lanzar tu producto o marca al mercado, revises que estás dando la imagen correcta.
La forma y el color del logo, los colores y tipografías usadas en tu sitio web, todo influye.
Los colores influyen para alterar la percepción que los consumidores tenemos sobre los productos, es decir, pensar que cierta prenda de vestir nos hará sentirnos mejor con nosotros mismos y al mismo tiempo, nos ayudará a alcanzar el éxito o que cierto alimento es delicioso, aunque no tengamos idea de su sabor y olor.
De forma automática, nuestro cerebro asocia sabores de acuerdo al color.
Es un poco irónico, como la mayoría de los individuos creen en el poder de los colores en el marketing pero no en las emociones y en el día a día, cuando ser conscientes de ambos, puede traernos un gran beneficio.
Para entender mejor estos temas, te invitamos a inscribirte a nuestro diplomado en Mercadotecnia Estratégica o alguno relacionado a psicología.