Características que debe cumplir un buen profesor

En México, un estudiante pasa alrededor de 16 años en las aulas para hacerse acreedor de un título universitario. 

Durante estos años, muchos profesores definen en gran medida el carácter de los alumnos, y tienen tiempo suficiente para dejar huella en cada uno de ellos, ya sea de forma positiva o negativa.

Si bien, todos hemos tenido “buenos y malos” maestros, es importante revisar algunas características que un formador debe poseer para alcanzar el éxito entre sus alumnos y poder transmitir sus conocimientos: 

 

Habilidades de comunicación

El maestro puede ser el mejor en su área pero si no sabe transmitir de forma eficaz, pocos captarán la clase. 

Las habilidades de comunicación nos ayudan a impartir clases efectivas. Consisten en establecer un ambiente en que el alumno se interese por la clase, para ello es necesario establecer un tono, estilo y lenguaje que ellos puedan decodificar con facilidad y les sea agradable.

 

Interés por el progreso integral de sus alumnos

Interesarse por que el alumno aprenda más allá de una calificación es vital. En tiempos modernos, en donde la sociedad parece corromperse cada vez más, el aula debe ser un espacio donde los estudiantes puedan sentirse seguros y establecer un vínculo de confianza y respeto entre ellos mismos y hacía el profesor. 

Para lograrlo, a veces, hará falta conversar con ellos o con sus padres e incluso, pedir la ayuda del psicólogo del plantel. 

 

Mejora continua 

El docente siempre debe ser el más preparado y actualizado en los temas que se ven en clase, para ello puedes apoyarte en cursos, maestrías y diplomados, además de leer las noticias en tu rama y revisar las nuevas investigaciones. 

Recordemos que todo está a un clic de distancia y que los alumnos tienen acceso a más información que antes, lo cual es un reto y también un beneficio para profundizar más en clase.

Otras cualidades que también son parte del perfil de un profesor, son: paciencia, disciplina, entereza, carácter, creativo y ser observador.

Si estás interesado en mejorar tus prácticas académicas, te recomendamos nuestra maestría en Educación y Procesos Docentes.