La pérdida de un ser querido es parte natural de la vida. No somos eternos, eso está claro, pero nunca estamos listos para decirle adiós definitivamente a nuestros padres, hermanos, pareja, hijos o amigos, sobre todo cuando la pérdida se produce a través de un hecho inesperado como un accidente o un paro cardiaco.
Antes de entrar en una profunda depresión, vale la pena que apliques los siguientes puntos:
Sé libre de cualquier culpa
Tal vez te sientas culpable y pienses que pudiste haber hecho algo para salvar a tu familiar, no obstante, ese pensamiento no te traerá nada positivo, sino una inmensa culpa que podrías tardar años en resolver.
Todos tenemos un destino y ese destino siempre se cumple sin importar lo que hagamos. No pienses en qué hubiera pasado si… todo sucede como tiene que suceder.
No reprimas tus sentimientos
¿Tienes ganas de llorar? Llora. ¿No quieres ir a trabajar? No lo hagas. ¿Quieres irte lejos y estar solo? Hazlo.
Todos vivimos el duelo de forma diferente, no dejes que nadie te límite, tómate el tiempo para procesar todo lo sucedido, libera tus emociones y busca la paz que tanto necesitas.
Busca un par de oídos amigables
Tener con quien desahogarnos siempre es sano y correcto, si no encuentras un amigo o familiar que te brinde ese soporte, consíguelo a manos de un profesional.
Ellos además de escucharte, te conducirán por el camino adecuado para que tu herida deje de sangrar y cicatrice.
Aprende a vivir de nuevo
Quizás la persona que partió era tu compañero de vida y tu rutina completa, lo incluía. Será muy difícil realizar tus actividades cotidianas sin esa compañía que le daba luz a tus días pero es posible.
Si necesitas cambiarte de casa, hazlo, implementa todos los cambios que consideres necesarios para tu recuperación.
El arte de recordar sin dolor
Sé agradecido por todo el tiempo que tuviste la dicha y el placer de tener su compañía. Piensa que de todas las personas en el planeta, tú fuiste elegido para ser su hijo, su amigo, su esposo, etc.
Abraza los buenos momentos y recuérdalos con alegría.
Grupo de ayuda
La tanatología se encarga de ayudar a las personas a superar la pérdida y encontrar un sentido a ese trágico momento de la vida.
Busca un diplomado en tanatología donde te hablen más al respecto, seguramente encontrarás a otras personas en las mismas circunstancias y ellos sabrán entenderte y darte consejos que te serán de utilidad.
Tu vida no acaba, cuando pierdes a un ser querido. Sigue viviendo con la misma fuerza y entusiasmo de siempre. ¡No te rindas!