¿Cuándo es suficiente amor? Cuando el deseo de estar cerca de un ser querido se vuelve una necesidad que conflictúa la relación y la vuelve tóxica. Nuestra felicidad no puede depender de otras personas, sin importar el rol que tengan en nuestra vida: madre, padre, hijo, hermano, pareja, etc.
Diferencia entre dependencia y codependencia emocional
Es bastante común que nos confundamos con estos términos, pues si bien, fonéticamente son muy parecidos, su significado es distinto y por ende, también su tratamiento.
Por su parte, una persona dependiente busca llenar el vacío en su interior con otra persona. Su personalidad es débil, y por lo mismo, por más que sepa que la relación no marcha como debería, jamás dará vuelta atrás, ni buscará lo mejor para sí mismo.
Esto, por lo general ocurre en uno de los dos miembros de la pareja, sin embargo, el otro no es dependiente. Debido a su poca capacidad de independencia, los dependientes manipulan a sus parejas para recibir todo aquello que necesitan, utilizan sentimientos como la culpabilidad y lástima para obtener la atención deseada.
La codependencia emocional ocurre cuando el otro miembro de la relación es adicto a la atención y dependencia que recibe, creando así un círculo vicioso difícil de romper.
Ejemplo de dependencia emocional
A menudo, este padecimiento se disfraza del amor más puro y genuino, como que el pueden tener los padres con los hijos, no obstante, en esos casos también se puede llegar a presentar un grado de dependencia.
Un padre se puede volver tóxico cuando siempre reclama por atención, incluso, si recibe la suficiente. Si continuamente llora o se lamenta porque extraña a su hijo y cuando mantienen una conversación, lo hace sentir culpable por ser independiente.
En este caso, es necesario pensar en el otro y entender que parte de la vida, es crecer, desarrollarse, encontrar otros horizontes y ser libre. Lo anterior no significa que el hijo no extrañe a su padre o que no quisiera estar más cerca de él, sino que el ciclo sigue.
Desarrolla la inteligencia emocional
Para romper las cadenas que supone estar en una relación tóxica es necesario despertar y abrir bien los ojos, darse cuenta que no existe felicidad verdadera en la dependencia y que la base de la relación es la manipulación.
Por mucho que ames y admires a una persona, el mundo no gira a su alrededor. La inteligencia emocional es el manejo hábil de nuestros propios sentimientos, para ello es necesario: descubrir las emociones y sentimientos propios, reconocerlos, manejarlos, crear una motivación propia y gestionar las relaciones personales.
Adicionalmente es importante asistir con un terapeuta de confianza que te conduzca a una libertad emocional, incluso en nuestra Universidad en Monterrey, podrás encontrar una serie de diplomados, por ejemplo el taller de autoconocimiento y autoestima, que te ayudarán a conocer el porqué de tus reacciones desde una visión de amor y aceptación. ¡Conoce más!