Por: María de Lourdes González Lozano
Docente de Ibero Monterrey
Volver a la Ibero ha sido una experiencia que muchas personas reconocerán al leerme, implica una vivencia llenadora, como una vuelta al hogar que nos ha formado y moldeado la persona que soy hoy. He sido estudiante de la Ibero Monterrey desde el 2009, aunque desde niña permeó en mí la espiritualidad ignaciana aún sin darme cuenta, en el trato continuo con sacerdotes jesuitas, que me enseñaron a resignificar y cuestionar las propias creencias, a discernir las dinámicas internas, a buscar la solidaridad y la comunidad; ahora, me ha tocado la oportunidad de adentrarme aún más desde otra trinchera: la docencia.
Desde enero del 2023 me incorporé a la docencia en la Licenciatura Ejecutiva de Psicología, la cual me ha permitido conocer a personas valientes y curiosas en búsqueda constante del conocimiento. Les comparto algunos de estos grupos que son un tesoro en vasijas de barro.
En las materias de Psicología del Desarrollo me encontré con personas siempre en búsqueda de un aprendizaje profundo y permitiéndose el asombro ante la novedad, grandes mentes y grandes retos sin duda.
Constantemente dispuestas y dispuestos a aprender y a desarrollar habilidades ocultas que sin duda salieron a flote con el paso de cada sesión de clase.
Adquirir conocimientos teóricos, acompañados de un aprendizaje situado, es un reto que está vigente en todas las instituciones jesuitas.
También he tenido la oportunidad de compartir con las estudiantes otras materias, en donde desarrollan habilidades de empatía, diálogo y diagnóstico con adolescentes, con todo y lo que significa enfrentar una generación que ha cargado con muchos estigmas, las estudiantes identificaron sus propias habilidades y están en camino de hacerlas crecer aún más.
La generación 10, integrada por los talentos más nuevos de la Ibero Monterrey, llegó arrasando las aulas con preguntas, cuestionamientos, aportes; no cabe duda de que seguir estudiando es ya una gran oportunidad y un privilegio que es necesario aprovechar para transformar la realidad y mejorarla, o compartir con ellas y ellos las diferentes perspectivas de la personalidad, como estudiantes profundizaron y cuestionaron también algunos aspectos de la propia personalidad propuestos por teóricas y teóricos a lo largo de la historia.
Finalmente, y agradecida por compartir la vida en la Ibero Monterrey, espero que sigamos sembrando conocimiento y acogiendo las nuevas inquietudes de todas las personas que van incorporándose al espacio académico, a la gran aventura del conocimiento.
Dejemos que la esperanza renueve nuestros corazones en este Adviento y que podamos ser un remanso de paz para las personas con quien nos toca compartir el día a día.
Diciembre 2023