Dicen que la ansiedad es la enfermedad de este siglo, ya que sentirla de modo ocasional es parte de la vida diaria.

Lo primero que hay que entender, es que puede referirse a un síntoma, a un rasgo de personalidad o a un trastorno. En grados muy pequeños, llega a ser muy útil, ya que nos permite centrarnos en las cosas importantes y afrontar con lucidez los retos que tenemos por delante. 

El problema se presenta cuando aparece no como respuesta a una situación, sino como un hábito de la persona o como un trastorno al que debemos poner especial énfasis. 

Ésta última, se vuelve un impedimento en la vida diaria ya que interfiere en la capacidad del individuo para desenvolverse con naturalidad y ser él mismo. 

 

La ansiedad es más común de lo que pensamos

De acuerdo a cifras oficiales, afecta al 15-20% de la población en algún momento de la vida y es la enfermedad psiquiátrica más frecuente. Las mujeres tienen el doble de probabilidades de padecerla. 

Como ya lo mencionamos, se manifiesta a nivel emocional y físico. 

  • Síntomas mentales: Preocupación constante, cansancio, irritabilidad, agitación y poca concentración y falta de sueño.
     
  • Síntomas físicos: Taquicardia, dificultad para respirar, sudoración excesiva, tensión muscular, temblores, mareos, desmayos, indigestión, diarrea y dolor de cabeza.

Causas

Son muchos los factores que desencadenan la ansiedad, de modo que no hay un patrón común en la mayoría de los casos. No obstante, algunos factores que tienen gran incidencia son:

  • Genéticas: Lo que se sabe de ella, hasta el momento sugiere que hay cierta predisposición genética. Lo anterior, aún está en investigación y no puede tomarse como un hecho científico.
     
  • Las circunstancias: Momentos traumáticos durante la infancia o en la edad adulta, como un accidente en donde se haya perdido a un ser querido o con implicaciones físicas.  A esto también se le denomina: trastorno de estrés postraumático.
     
  • Adicciones: Las anfetaminas, el éxtasis o el LSD son sustancias estupefacientes que pueden causar ansiedad. Algunas otras más comunes como la cafeína, también afectan.
     
  • Hechos adversos: Son aquellas situaciones que sin ser de naturaleza sumamente trágicas, interfieren en la situación actual como un embarazo o un despido.

    No siempre son de naturaleza negativa, pues todo aquello que requiera un esfuerzo adicional o cambio en la rutina como un matrimonio o un ascenso, también provoca ansiedad. 

Aprende más sobre este y otros trastornos en nuestra licenciatura en psicología o en los diplomados que nuestra universidad en Monterrey tiene dentro de su oferta educativa. 


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