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El difícil duelo tras el fallecimiento por COVID-19

Muchas familias viven al día con lo que se genera de ganancia en el negocio, otras no tienen opción para hacer trabajo desde casa, otros se aprovechan de la situación y hacen reuniones, etc. Ellos están expuestos a contraer COVID-19. Puede ser que en 14 días se recuperen, pero si la situación se complica es probable que fallezca. 

En esta ocasión entrevistamos al Mtro. Andrés Zarate, que al  conocer a un adulto mayor que vivía un proceso de pérdida se interesó por la Tanatología, y así fue como se fue desarrollando en diferentes cursos y maestrías humanistas con el fin de ayudar a las personas en duelo, en fase de pérdida o terminales de un ser querido. También labora como profesor en el diplomado en Desarrollo Humano y en el diplomado de Tanatología en la Universidad Iberoamericana sede Monterrey desde hace 12 años. 

¿Cómo son las etapas de duelo en estos tiempos de coronavirus?

Mtro. Andrés Zarate: Menciono las etapas que descubrió la Dra. Kübler-Ross (aunque habrá autores que agregan algunas otras) que son: 

Shock-negación: No puedo creer que estoy infectado o que mi familiar o amigo lo está, nos sentimos aturdidos, pareciera que no sabemos dónde estamos, es una defensa psicológica ante lo terrible de la realidad que no se puede digerir de inmediato. Después podrá darse una negociación, le pido a un ser superior (Dios, equipo médico) que salve a mi ser querido a cambio de algo: hacer oración, ayudar económicamente a los desfavorecidos, dar un donativo a un hospital, etc. es dar algo a cambio de algo más. La ira vendría también, me enojo con todos, con los médicos, con Dios, el representante religioso, siento que es una injusticia lo que sucede, etc. La depresión aparece y me pone cara a la realidad que no quiero: mi ser querido está enfermo, en riesgo de morir o ha muerto, me deprimo, me desanimo. Finalmente, con el tiempo vendrá la aceptación, comenzaré a rehacer mi vida, a tener nuevos intereses, lo que creía insuperable hoy ya no lo es, la herida cicatrizo y aunque podría abrirse en ciertas circunstancias, el fallecido vive en mi memoria, en mi recuerdo y así no muere para mí. Es importante tener presente que estamos viviendo en un contexto que de ya nos hace sentir agredidos, que nos saca de nuestros hábitos cotidianos, que nos sacude, esto nos fragiliza emocionalmente y repercute en todo nuestro organismo.

¿Cómo afecta mentalmente el miedo a contagiarse por un familiar enfermo?

Mtro. Andrés Zarate: Se puede dar una situación de amor-rechazo, amor por el vínculo con mi familiar y rechazo no al familiar enfermo, en sí, pero si a contraer el virus, lo cual podría derivar a la vez en sentimientos de culpa, sobre todo si el familiar fallece. Es importante saber que es una situación normal, el no querer enfermar ni contagiarme del virus, por lo cual deberé aceptar que son situaciones normales a vivir, tomar las precauciones que señalen los médicos y no dejarnos dominar por el miedo, por la angustia, por el imaginario hoy tan nutrido en estos tiempos de internet y redes sociales, donde abunda la desinformación. Es importante estar bien informados, pero de fuentes fidedignas. 

El miedo no es malo en sí, me protege, para no caer en la temeridad y hacer actos que pongan en riesgo mi vida.

¿Cómo puede calmarse un familiar al no tener información sobre su pariente hospitalizado? 

Mtro. Andrés Zarate: Habría que partir de cada caso en particular, de manera general ayuda el tener los datos del hospital, tener un familiar que sea el responsable de estarse comunicando o de recibir las noticias, para que a la vez las transmita a la familia, quién es el médico o equipo responsable, saber dónde está mi pariente,  tener a alguien que me escuche, que sepa escuchar a aquel que padece, cosa hoy difícil, porque no sabemos escuchar, queremos dar soluciones donde a veces no las hay. Saber que hay periodos de tiempo y que mi familiar enfermo está viviendo un proceso que deseamos le permita seguir con vida y para vencer la angustia nada mejor que tener un cercano que me abrace, que me tome de la mano, que con su mera actitud me ayude, además de ocuparme en cosas prácticas, jardinería, cocina, arreglar mi casa. Crear, tener un entorno agradable, que mi casa sea un lugar cálido, un hogar que disfrute y que contribuyó a hacerlo amable. 

¿Cómo puede una familia y amigos sobrellevar la pérdida a distancia?

Mtro. Andrés Zarate: Saber y aceptar que la muerte de un ser querido se vive en un proceso, que tiene su tiempo y etapas. No bloquear mis emociones, sino dar paso al sufrimiento que me causa dicha pérdida, esto me ayudará a sanar y a vivir el proceso sanamente. Tener a un cercano o alguna persona que me pueda escuchar, donde pueda vivir mi sufrimiento, expresar mi rabia, mi frustración, gritar mis preguntas sin respuesta. Podemos hacer un ritual, escribir una carta al familiar o amigo fallecido, hacer una cálida y emotiva ceremonia en casa donde pueda celebrar su vida, lo bueno que me dejó, sus gratos recuerdos, hacer oración si soy creyente por su alma, o algún servicio religioso.

¿Nos podría decir alguna recomendación para alguien que esté pasando un difícil duelo?

Mtro. Andrés Zarate: Que no bloquee sus emociones, que sepa que lo que hoy padece, tendrá su fin, y podrá rehacer su vida, mismo si hoy le parece imposible y lo ve lejano. Que vive un proceso, que tiene etapas y lleva su tiempo. Le ayudará si acude con alguien que le pueda escuchar y orientar adecuadamente, ya que en los duelos se pueden dar situaciones que desconciertan al afectado, además en su momento puede ayudar también la oración contemplativa, el yoga, meditación zen; la paz nace del interior de nuestra alma. 

Que lo que hoy padece sea un aprendizaje e invitación a vivir su vida más plenamente, ya que la muerte es una ruptura radical que nos pone cara a nuestra finitud y es un paso que tarde o temprano todos daremos. 

¿Cómo y dónde pueden contactarlo para alguna consulta?

Mtro. Andrés Zarate: En estos tiempos de coronavirus pueden escribirme, cuando gusten, a mi correo azaratefh@gmail.com.